Cada 17 de septiembre, el Día Mundial de la Seguridad del Paciente nos recuerda que la atención sanitaria no solo debe ser efectiva, sino también segura. Este año, con el lema “La seguridad del paciente desde el comienzo”, el foco se ha puesto en garantizar unos cuidados seguros para los recién nacidos y niños. Porque actuar a tiempo para prevenir un daño en la infancia tiene beneficios que duran toda la vida.
En este contexto, el Ministerio de Sanidad celebró la Jornada del Día Mundial de la Seguridad del Paciente (ver AQUÍ), donde se presentó una herramienta que quiero compartir hoy con vosotros: la guía “Recomendaciones para el uso seguro de los medicamentos de alto riesgo en pediatría”. Y es que, como recordaron en este evento, los errores de medicación son una de las principales causas de daños evitables en la atención sanitaria, responsables de hasta el 50% de los daños que se pueden prevenir. Siguiendo esta línea, la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) resaltó en sus redes que recién nacidos y niños se enfrentan a mayores riesgos debido a varias razones:
- Necesidad de medicamentos que requieren cálculos complejos.
- Falta de presentaciones pediátricas adaptadas.
- No siempre pueden comunicar los efectos adversos (en el caso de los neonatos, nunca).
- Son más vulnerables por su proceso de desarrollo.
Motivos por los cuales hoy comparto este documento. ¿Qué encontrarás en la guía? Si trabajas en Neonatología o Pediatría, te resultará de interés ya que en ella encontrarás:
- Listado de referencia de medicamentos considerados de alto riesgo en Pediatría.
- Recomendaciones para su gestión.
- Prácticas seguras para reducir los errores con los medicamentos de alto riesgo.
- Folleto informativo para padres o cuidadores.